miércoles, 13 de mayo de 2009

miércoles, 6 de mayo de 2009



Aleteabas la rosa vanidosa del Colorado
Violentamente en movimiento ibas venias
Buscando ciencia el ajetreo del tic-tac
En el planeta donde el peso de los cuerpos
No supone algo
Alejado el roce
El amor o la espadita
Yo de lejos señalaba marineritos niños
- quien quisiera casarse con vos, vos o vos?-
-Borren todo, saquen una hoja- nos decía la víbora,
Rifando papelitos con preguntas inventadas
Mientras el zorro, rabioso juguete amanecía
Boca abajo escondiendo las respuestas
Turbulento, dejabas huellas
No en la arena, ahí
Donde hacíamos con cuentas
Collares interminables de letras amarillas,
Bombones rellenos de artimañas
y una cajita chiquita pero sin fondo donde guardarlo todo

jueves, 26 de marzo de 2009


Las regueras se ahogaron en la lluvia
Las sales devoraron la tierra
Y los años que asumieron la desdicha
Precavidos, esperaron el próximo retoño
Sin anuncios el pronóstico
Sumergido entre confusos vaivenes ambientales
No auguró


Y la calma que no era muerte decretada
Desbarató las tormentas con su propio sigilo

Cuando cierro los ojos veo los maizales
Los cogollos sólo anuncian que hubo siembra

martes, 24 de marzo de 2009

Pareciera que la felicidad es injusta, que el bienestar de uno se traduce, inevitablemente, en el pesar de otro. Pero no.

Hablo de amor, claro está, no?

Privativamente, una elección implica tomar entre varias posibilidades, una o ninguna que, para el caso y en positivo, se trata de una acción.

Hoy dejas. Mañana te dejan. Y sólo a veces hay encuentro, cuando no se alinean otras combinaciones bizarras.

Complicado hallazgo, la enajenación sistemática confunde: el temor a ser canibalizado, devorado por la soledad de un fulano, desesperado; o burlado por un mengano que no puede conectarse ni con el potus que tiene en la cocina, ejemplo de desarrollo hasta en las condiciones más adversas...

Pero lo peor es cuando te sorprendes a vos en la miserabilidad del amor. Paradójicamente, allí tu chance para la próxima partida. Aún así, a veces no alcanza. Arbitrario.

Puedo decir que la permeabilidad al otro define mi capacidad sensible, cuando me juego en mi franqueza más intima y me animo a no poner trabas, ni impedimentos, cuando me siento una mujer tan común que podrían elegirme o no (aunque siempre pueden/podes, elegirme/elegir, o no, porque siempre sos común, más allá de que en ocasiones te sientas Afrodita), aparte de temer ser predecible, en esa exposición puedo enamorarme.

La veracidad no necesita ser sostenida, acaso defendida, frente a toda vulnerabilidad que a menudo nos transforma en otros, temiendo derrumbes y catástrofes, incontrolables, por otro lado; nos deviene jugadores expertos y codiciosos, nihilistas intelectuales, frívolos sentimentales, ausentes de la batalla y al final, infelices.

Cuando me harto de tanto cinismo gratuito que sólo acompaña mi rictus, el temple de mi cara deviene sombrío y apóstata, apelo a mi nobleza que encuentro en la sensación de esperanza, en la re-creación de la realidad, en el espejo de la lasitud ajena, en el cambio de lugar y en suavizar más mi ojos que mi lengua, observando desde una actitud casi quijotesca y aniñada, o cándida, si fuera capaz.

Experta en deseos, los invito a que sucedan y abandonando toda profecía, muerta de miedo, libro la rienda del sentido.

jueves, 12 de febrero de 2009

13/02

I
Las chicas lacias imponen su melena vigorosa
Rubia.
Mientras cautivan elogios pomposos
Que ya se han dicho frente a un espejo unívoco
Espontáneas, arrastran la y griega
Hasta confundirse con el zumbido de algún bicho estelar

II
Trato de imaginarme qué es el todo que si no completa, suple
La empatía se me agota en un deseo voluble
Después de todo tipo de paralelos Me pierdo
Ególatra y parcial,
En una superioridad que no alcanzo


III
No se trata de perdón, ni siquiera de indulgencia
Hubiese alcanzado con detenerse a tiempo, meciendo errores chiquitos
Minimizando el gesto contra toda gravedad contingente
Más nobles que simples


IV
El desamor no era para mí
Desde mi blonda adolescencia sin duelos
Las malqueridas husmeaban las axilas sudorosas
De transpiraciones ajenas
Y regresaban, honestas y dulces
A esperar al chico que de tan bueno,
yo había abandonado varias veces.

*** CONTINUARÁ***

domingo, 1 de febrero de 2009

02/02



Necesitabas espacio vital extendido hasta los huesos
¿De la distancia al desamor?
Uy… mil excusas
Coartadas que de irreprochables
Sospechosas
Y el pretexto caro para anunciar la retirada
Tropezón tras tropezón
Y mil caídas
Más la malicia ingenua de dos vivos
Que no aprendieron a ser light
Y se torturan con un amor parecidísimo al de tantos otros
Que tampoco aprenden.

sábado, 3 de enero de 2009

Día 01

Pienso, cuándo comenzó mi año nuevo, qué le pido al del calendario, qué me exijo para no decepcionarme. Cuento mis deseos, a algunos los veo enormes y digo, no soy la última coca cola del desierto, entonces pienso en los posibles y claro, ya no son deseos, son proyectos. No encuentro el intermedio.

Ilusión y, otra vez, los deseos vienen en papel de aluminio, desafiantes, a ver si podes… , y como no todos dependen de mí, a modo de rezo me entrego a la fechoría.

Al abrigo de los grados bajo cero y con doce uvas, una por golpe de olla, agradecí. Después, brindé por los que extraño y con los que estaban conmigo.

Al final, y antes de dormir, me dije que sólo era un día más, pero con yapa: por una vez el acuerdo nos pone juntos al inicio; la perennidad del tiempo se recrea, y de alguna manera, lo quieras o no, alcanzaste la largada y ahí nos encontramos.