domingo, 21 de septiembre de 2008

Domingo, después de un día de playa


Sigo sin poesía: apenas algunos contenidos sin delinear.

Las cosas van dejando de ser extrañas poco a poco, por eso soy optimista acerca de mi afasia lírica (lírica es la palabra?).

La universidad: pocos latinos, y pretenciosos, en algunos casos (no por su nivel intelectual, sino por la condición social que connota la posibilidad de estar allí); muchas chicas sociólogas y de izquierda favor de la inmigración: el tópico del momento son los africanos que llegan a las islas Canarias envueltos en una realidad insoportable, claro, visto desde aquí. De un modo u otro, y si llegan a la costa, la soportan, se trata de sobrevivir, y la vida tiene que ser otra cosa. Comentario frívolo, digo.

Se me ocurrió preguntar (mi cobardía me impidió afirmarlo) cómo repercutía, según sus ojos, en la sociedad: mucho racismo, mucho. Pero la pregunta que dio paso a una respuesta álgida fue otra: el tema de esos recursos destinados a los inmigrantes, que se escurren de la sociedad local:Joder! Vamos! Que ganan menos que tu, que hacen trabajos que otros no quieren hacer, y claro, el Estado debe subsidiarlos. Que cuando me vienen con ese discurso, universitarias que supuestamente son de izquierda, que no tienen morro!! Yo no puedo creer que la gente siga pensando de esa manera, dice una vasca ( copada) que está en un programa de ayuda cooperativa en Senegal.


Me agota tanto francés todo el tiempo, sobre todo porque no es pan comido, vio? Me gusta este lugar, me gustan casi todos los lugares en los que soy ajena, me seducen, agudizan una mirada que, habitualmente, reposa y vuelve sobre las cosas conocidas. El ejercicio de desnaturalizar la realidad aquí opera en automático, nada es familiar, salvo los abrazos de mi chico, y esos café con leche al mejor estilo porteño y otras cosas semejantes, y no tanto (en algún momento había que nombrarlo).

3 comentarios:

Pablo Libre dijo...

Mary, por favor: haga sentir sus gritos estridentes contra ese latinaje zurdo cuanto antes!
Ah, si ves algún nigeriano que sepa tocar algún instrumento raro, traemelo como souvenir así lo incluyo en mi banda!
besos, se te extraña

Xelia dijo...

jeje, todavía no he incursionado los ambientes nocturnos (aunque no lo creas), ya iré a por ellos
se los extraña, too

Freschi dijo...

hola Xelia!!! veo que la mudanza te deja muda, pero ni tanto, me gustan estas crónicas... don´t push it. Hace una cosa, recopilate unos textos para la anto del taller y empezamos por ahí, nada de lírica obligatoria!!!