domingo, 14 de diciembre de 2008

14/12

Re-valorar, sopesar, alumbrarse. Ser noble,una prueba constante. Soy una convencida de que los otros son lo vemos en ellos.

La trascendencia en la solidaridad, lo creo.

Recuperar un poco de inocencia, dejarse llevar, tratando de no interrumpir con presunciones.

Hay tiempo para caer; mejor esperar y decidir después, que convertirse prematuramente en una isla. Potencialmente, el abanico es enorme.

La simplicidad nos abandonó hace rato, y el amor, tan deseado como vaciado de sentido, sirve para contar historias de imposibles y de neurosis post-modernas, reducido a un momento en que la realidad muta, banalizada.

Ir más allá del yo, cruzar el límite. Después, el amor, supongo; o amoricidio.

O el juego.

Siento que el riesgo no es la soledad como determinismo; son los fantasmas que uno cree amar, dejándonos siempre más tenues y dislocados. Porque no era.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta esto que escribiste...

Xelia dijo...

gracias , lore, besos millones

Pablo Libre dijo...

Hermoso, un adejtivo que tal vez no aplique en los juicios de talleres literarios, pero sí entre amigos.
Besos!

Anónimo dijo...

Lindo texto.
Por ahí es, sabes?
Es cierto que los fantasmas funcionan como espejos, a uno no lo desilusionan, simplemente cae el velo.
Te extraño,loca, besos.
Marcos

Anónimo dijo...

no me queda claro si tu post es producto del amor o el desamor...
fria y sensible a la vez
no tengo ratones, tengo elefantes

Anónimo dijo...

y feliz navidad, che

Xelia dijo...

No sé donde salen tus ratones, elefantes o todo el zoológico completo.
Agradecería que Pls., no dejen anónimos.

tres deseos dijo...

Me gusto. Quiero leer más.
Beso grande.
Y nos vemos en Febrero =)